martes, 29 de septiembre de 2009

PERFIL DEL MEDICO FAMILIAR

EL MÉDICO FAMILIAR

Ubicar al Médico Familiar en un contexto clínico dentro del Sistema Nacional de Salud amparado bajo la Ley 100 es un acierto. Desligar la especialidad del rol quirúrgico fortalece aquella decisión y robustece el trabajo del Familiarista.

La actividad clínica se soporta en la relación interpersonal, rodeada ésta de aristas de muy variada presentación. El trato, la comunicación, la empatía, la simpatía, la calidez, el saber escuchar son características elementales de una excelente inter-relación con el paciente que debe ser enriquecida por el Médico de Familia. Esta destreza, por estar conformada en alto grado por elementos subjetivos como los acabados de mencionar, puede ser corregida, ante una equivocación causada por una entrevista mal elaborada, en los siguientes días cuando se ofrezca la oportunidad de un nuevo encuentro

En cambio, la presteza quirúrgica infortunadamente se ha reducido, gracias a las reglamentaciones de la ley 100, a una actividad predominantemente técnica que exige de sus practicantes toda la pericia, la habilidad, la experiencia, el acertado criterio para no incurrir en errores que pacientes y dolientes no dudarán en cobrar con la severidad del caso. Por tal motivo, en la actualidad se ha consolidado esta práctica solamente a profesionales que exclusivamente se han capacitado para practicar con destreza y un alto grado de objetividad los procedimientos quirúrgicos. No cabe en este ramo el criterio ambiguo y la subjetividad en el momento del acto operatorio. Se debe actuar con firmeza y decisión, ya que la vida del paciente depende de las decisiones que en el momento crítico de la verdad quirúrgica, se tomen.

Para cumplir a cabalidad con estas premisas, es necesaria la capacitación en el Post-grado de Medicina Familiar en un área que llamaré, biológica; para lo cual debe realizar estudios de especialización en las áreas predominantemente clínicas y en las más importantes quirúrgicas. Tanto unas como otras, para aprehender con criterio de especialista las principales causas de consulta del paciente en la atención primaria. Se entiende por criterio de especialista aquella actividad realizada por el Médico Familiar en la cual es capaz de investigar, diagnosticar, tratar, realizar seguimiento y desarrollar actividades de promoción y prevención primaria y secundaria a los pacientes que le consultan y, cuando considere responsablemente, remitirlo a la correspondiente especialidad. La rotación por las áreas quirúrgicas también debe cumplir con los requisitos enunciados con excepción del tratamiento.

La inquietud que surge al analizar lo expuesto es concluir que sí ésta es labor del Médico General, el Familiarista estaría socavando su campo de acción. Con seguridad en la teoría se puede analizar de esta forma. En la práctica, existen razones económicas, (las principales) al impedir que el primer nivel básico cubierto por el Médico General, ordene indiscriminadamente investigar patologías que solo el especialista formado adecuadamente debe realizar (Racionalización de costos); y que sería más fácil de lograr al convertir el servicio de Medicina familiar en una atención de Segundo Nivel dentro de la atención primaria, con pacientes remitidos por el general a un especialista ( Médico Familiar) capacitado con criterio de especialista que pueda cubrir perfectamente 4 o 5 especialidades clínicas(otro factor para racionalizar costos). En otras palabras, el Médico Familiar formado en post-grado en el área biológica puede perfectamente reemplazar totalmente en el primer nivel de atención a un Internista y un pediatra y parcialmente otros como el Neurólogo (Cefaleas, Convulsiones,) al Endocrinólogo (Obesidad, Diabetes, Trastornos del Tiroides), Neumólogo (EPOC, TBC, Asma) Cardiólogo (HTA de difícil tratamiento, etc.) y resolver con responsabilidad los casos que requiera.

Razones de orden logístico como desplazamiento de pacientes, oportunidad de la atención, calidad del servicio se solucionan de manera inmediata.

Sí lo anterior se aplica, podemos configurar la primera característica laboral del Médico Familiar Integral: la de ser un Especialista clínico biológico o Médico familiar Integral para el área física.

La segunda característica del Médico familiar Integral es su compromiso con la atención del paciente en su esfera relacional con la familia.

De nuevo en este ámbito es necesario definir el campo de acción. El Médico Familiar debe capacitarse para velar por la funcionalidad familiar. Esta tarea debe aprehenderse en el post-grado con el fin de conocer elementos particulares de la familia como son: la estructura, los tipos de familia, los elementos que intervienen en el ciclo vital familiar, la teoría de sistemas, la cultura familiar, etc. En su formación de Post-grado trabajará con familias disfuncionales y funcionales para adquirir la destreza suficiente de un Terapeuta de Familia que mediante terapias breves investigue, diagnostique y trate la disfunción familiar. Su terapia consistirá en realizar acciones de asesoría promoviendo la modificación de la esfera afectiva del la familia. Entendiéndose como tal las emociones, los afectos, las actitudes y los valores y principios.

Por supuesto, el Familiarista estará capacitado para diagnosticar familias que requieran cambios estructurales, las cuales serán objeto de remisión a un Terapeuta de Familia dedicado exclusivamente a este arte.

¿Cómo lograr que esta característica del Familiarista sea aprovechada en el actual Sistema de Atención?

Considero que el primer paso es lograr que las EPS conozcan las habilidades del Médico Familiar. Explicarles con minuciosidad las ventajas económicas y logísticas que se derivan de poder tener en el primer nivel de atención a un Especialista capacitado para solucionar la mayoría de las patologías clínicas de segundo nivel incluyendo aquellas que se originen en disfunción familiar.

El segundo paso, que ya se está dando en algunas EPS, es poner en práctica esta disciplina y unificar el rol del Familiarista para que todos estos especialistas trabajen al unísono en estas áreas con el espacio y el tiempo preciso.

Finalmente la tercera característica del Médico Familiar Integral es su trabajo con la comunidad. Para esta habilidad debe formarse en elementos básicos de la Salud Pública con conocimientos administrativos. La función principal será la de organizar familias por áreas de residencia y ser coordinador de actividades para promover la salud y prevenir la enfermedad directamente en sus casas, mediante la configuración de los equipos de salud interdisciplinarios.

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